Por considerar que la estrategia de erradicación manual de coca no está funcionando, el Fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, envió un documento al Ministerio de Justicia pidiendo reactivar la fumigación aérea de cultivos ilícitos en el país.

Martínez recordó que en los últimos cuatro años se pasó de 47.788 hectáreas de cultivos de coca a casi 97.000 y precisó que la paz se pone en riesgo con este aumento por el peligro que supone el narcotráfico.

Por ello, el fiscal general de la Nación solicitó al minjusticia,  Jorge Eduardo Londoño, que llame a  una reunión con el Consejo Nacional de Estupefacientes con el fin de “evaluar la política vigente de erradicación de cultivos ilícitos, examinar la marcha de los acuerdos con las comunidades y considerar explícitamente la conveniencia de reanudar la aspersión aérea”.

Por último, Martínez dejó por sentado la alarmante preocupación pues por la desmovilización de ls FARC planteada en el acuerdo de paz otros grupos ilegales están llegando a las zonas de cultivos a tomar el poder.

En mayo de 2015, el Consejo Nacional de Estupefacientes determinó la suspensión del uso del glifosato en las fumigaciones de cultivos ilícitos.

A su vez, esa decisión cumplía con una orden de la Corte Constitucional de suspender el uso del glifosato bajo el principio de precaución.

La decisión de suspender el uso del glifosato se hizo efectiva a partir de que la ANLA revocara o suspendiera el plan de desarrollo ambiental que cobijaba o permitía la aspersión con glifosato.

En cifras oficiales, durante 2014, la superficie cultivada con coca en Colombia creció un 44 % y la producción potencial de cocaína se incrementó un 52 % al pasar de 290 toneladas métricas a 442, lo que rompe la tendencia estable que se mantuvo en los años 2012 y 2013.

Esta es la carta en cuestión enviada por la Fiscalía: